domingo, 20 de marzo de 2011

EL COMERCIO: EL MAESTRO DEL COMIC EROTICO EN LIMA



UN MAESTRO DEL CÓMIC ERÓTICO EN LIMA

Horacio Altuna y la fórmula de la mujer perfecta
EL DIBUJANTE ARGENTINO ES UNO DE LOS MAESTROS INVITADOS AL FESTIVAL LIMA COMICS. POR AÑOS, FUE EL DIBUJANTE MÁS INQUIETANTE DE LA REVISTA “PLAYBOY”.

Por: Enrique Planas
20/03/2011


Dicen que el dibujante Horacio Altuna creó a la mujer perfecta. Él prefiere considerar las preciosas criaturas nacidas de su pluma como una fórmula estética. Una fórmula compuesta por un rostro inquietante, una mirada angelical y un cuerpo rotundo. Dulces y perversas a la vez, ellas son la suma de la ingenuidad y el deseo.

Y, sin embargo, este maestro del cómic erótico, que participa del festival Lima Cómics que hoy termina en el C.C. del Hotel María Angola, dice esconder una frustración detrás de sus bellezas de papel: “Las mujeres que más me han gustado no son las más bellas, sino las más atractivas, las que tienen un alma especial que atrae y seduce. Y no sé la fórmula para dibujarlas”, confiesa.

Altuna admiró siempre la inquietante belleza de las jovencitas dibujadas por maestros como Alex Raimond, Milton Caniff o Hugo Pratt. Por el contrario, le aburren las de colegas como Moebius, Breccia o el mismo Milo Manara quien –señala– convirtió lo gestual de sus personajes femeninos en un cliché. Pero lo que le fastidia en verdad, al dibujar mujeres u hombres, es el maniqueísmo. “Dentro del cómic tradicional, aún se sigue vinculando la belleza con la bondad, la fealdad con la fealdad. Es una postura racista. La gente es buena, mala o regular sin tener un arquetipo estético”, explica.

Sin duda, Altuna es un autor único en medio de los invitados de la convención de cómics limeña, en la que los superhéroes imponen su poder. “Es un género que no me interesa, pero esta allí y es legítimo”, aclara. Tras su postura crítica hay un cuestionamiento ético: “A mí no me gustan los héroes, menos los superhéroes. No creo en lo maniqueo del tema. Un bombero puede salvar a alguien de las llamas, pero a lo mejor, de regreso a casa, le pega a su esposa. En Estados Unidos, en un siglo de historieta se ha hecho poco fuera del mundo de los superhéroes, es la característica de su mercado: apuntar a una mentalidad infanto-juvenil, de evasión, masculina. Que haya superhéroes no me importa, lo que me incordia es que no se amplíe el abanico para hacer historietas con contenido político o de denuncia”, lamenta.

LAS PUERTITAS DE ALTUNA

Quizás la obra de Altuna que más ha circulado entre nosotros sea “Las puertitas del señor López”, historieta creada junto con el guionista Carlos Trillo. La serie, aparecida en 1980 en la revista argentina “Humor”, desafió a la dictadura al contar la rutinaria vida de un burócrata que tiene el poder de escapar del mundo real cruzando la puerta de cualquier baño. El personaje encuentra al otro lado sus más grandes placeres, pero la mediocre realidad siempre lo espera allá afuera.

“Al hacer a un tipo miedoso, pusilánime, incapaz de modificar su realidad, estábamos haciendo el retrato de una sociedad que dejaba pasar muchas cosas y miraba a otro lado cuando la dictadura. Y debimos haber dado en el blanco, porque esa historieta quedó en el imaginario popular”, explica.

¿Cómo esa historieta, considerada uno de los hitos del cómic argentino, pudo vencer la censura militar? Para Altuna, una de las claves era la falta de sentido del humor del gobierno de facto. “Tuvimos suerte de que no repararan en nosotros, o simplemente no nos entendieran”, recuerda el maestro.

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