martes, 12 de octubre de 2010

CUSCO: WARMA KUYAY




A MODO DE PRESENTACIÓN

Con motivo del centenario del nacimiento de José María Arguedas, que será el 2011, a nivel nacional y del mundo se vienen organizando una serie de eventos culturales, artísticos, científicos y literarios en torno a la vida y obra, de uno de los más grandes novelistas del Perú de Latinoamérica y del mundo, por la valía y vigencia de su obra, porque como dice Gonzales Vigil: “Arguedas sigue alumbrándonos como ejemplo de asimilación de nuestras raíces culturales milenarias y capacidad de apoderarnos (Apropiación transculturadora) de los aportes de otras latitudes, en lugar de someternos a la penetración uniformizadota ( de marcas predominantemente norteamericanas) de la llamada globalización”.

La fama de Arguedas crece y lo convierte en uno de los novelistas más admirables de la literatura universal. Una prueba elocuente según un artículo literario de Ricardo Gonzales Vigil que durante el período 2005 – 2006 la novela “Los Ríos Profundos” ha sido declarado por el ministerio de cultura de Francia como lectura obligatoria para todos los estudiantes de docencia en dicho país, en cambio en nuestro país no se obliga ni leer una revista Condorito. A pesar de ese reconocimiento universal, cada vez, los peruanos leemos poco su obra, por el contrario, es sorprendente la invasión de la subliteratura (Sangre de Campeones, La Vaca, Quién se llevó mi queso, y miles de libros de la cultura de éxito neo liberal e individualista, vendedores y estafadores de ilusiones como el charlatán más grande del mundo. Miguel Angel Cornejo, Ogmandino, David Fischman etc.) difundidos y promovidos por los medios masivos de comunicación; son los que tienen mayor consumo, no solo en los sectores escolares, sino, universitarios y de gente profesional cuyo constructo gnoseológico debía ser superior. En cambio, la lectura de libros de creadores realmente imprescindibles, están lejos de las aulas escolares, e incluso de los centros superiores universitarios.

El sistema educativo ha excluido e ignorado intencionalmente en sus programas de lectura el estudio de personalidades y obras imprescindibles, una evidencia patética es el calendario cívico escolar emitido por el Ministerio de Educación donde no se designa una fecha memorable, mucho menos un feriado, para Manco Inca, Túpac Amaru, Manuel Gonzales Prada, Cesar Vallejo, José Carlos Mariátegui, José María Arguedas, héroes y personalidades que contribuyeron y forjaron de la verdadera identidad y nacionalidad peruana, pero sí para los heroes y personalidades de la cultura criolla.

José María Arguedas tuvo una formación polifacética aparte de ser un escritor y poeta, fue etnólogo, folklorista y también fue profesor; su libro “Nosotros los Maestros” es una muestra de su preocupación por la educación peruana, la plasmación de su experiencia viva y el amor a los niños del Perú y del mundo andino. Una de sus pasiones era que los niños tengan una cultura y literaria y un gusto estético e identidad con su historia, sin ignorar los aportes de la cultura universal.

Como un homenaje al amor por los niños y al centenario de su nacimiento tenemos como proyecto publicar en historieta sus más hermosos cuentos. Iniciamos con este primer trabajo de adecuación de sus cuento “Warma Kuyay” a la historieta, porque creemos que una forma de tributar a ese amor es leyendo sus libros y siguiendo su ejemplo.

Apelamos a la comprensión de nuestros lectores por las limitaciones que de hecho tiene la representación en historieta de este hermoso cuento; somos conscientes que cualquier adecuación de una obra, ya sea al cine o al teatro, en este caso a la historieta, incluso una traducción por muy especializada que sea, siempre transgredí la originalidad y naturaleza de toda obra de arte, con dicha salvedad, nos atrevimos a integrar la técnica de la historieta a relato, como un recurso creativo que motive a los niños y estudiantes a la lectura de sus cuentos y de ninguna manera sustituir la lectura en versión original; además incentive a los niños a crear su propia historieta a partir de otras lecturas o escribir un cuento de su propia experiencia; como el caso de “Warma Kuyay” que es un relato autobiográfico, una lectura apasionante del idilio de un niño, una historia de amor y de odio, de ternura e inocencia, de agresión y poder, de dependencia y rebeldía contra la opresión y la injusticia en una aldea andina, que no se debe dejar de leer.

Los autores