martes, 25 de junio de 2013

Entrevista a los creadores de Superman (fragmento)

Éste es un fragmento de la entrevista realizada por los investigadores argentinos Fernando Ariel García, Hernán Ostuni y Ricardo García, de modo sui generis, a los creadores de Superman: Jerry Siegel (1914-1996) y Joe Shuster (1914-1992). Como ahora estamos con el tema de la última película del personaje, me parece interesante saber qué fue de sus autores originales:

¿Cuáles fueron los primeros conceptos de Superman? 

Shuster: Los dos leímos mucho. Doc Savage, Zorro, Pimpinela Escarlata, La Sombra, Bill Barnes, Tarzán, John Carter, todo lo que hoy se reconoce como “pulp” y en nuestra época eran esas “pavadas que uno lee cuando es chico”. De esas lecturas surgió la figura de un Superhombre que ayudase a los desamparados.

Siegel: En esos años, los buenos estaban para ayudar a las viudas y a los niños y/o detener posibles fines del mundo. No tenían incursión ni en lo social ni en la realidad porque estos personajes habían sido creados justamente para evadirla y no para remarcarla. Por eso no entiendo que hoy algunos “eruditos” del cómic digan de esas historias que son infantiles comparadas con las actuales. En realidad, hay una diferencia básica en los objetivos. Pero volviendo al tema, el primer Superman era un hombre común llevado al límite, no poseía poderes especiales, sus cualidades eran las de cualquier ser humano aumentadas un millón de veces o más. Lo que nos dio el sueño fue la explicación lógica: Un ser de otro mundo.


Shuster: Lo tuvimos siempre delante de los ojos y no lo habíamos visto. Siegel: Hasta ese momento todos habían sido terrestres en otros planetas. La novedad de Superman fue invertir los papeles; y no sus superpoderes, como todo el mundo cree. En realidad, Superman no fue el primer personaje superpoderoso, basta con ver un poco los libros de mitología griega. Vayamos por partes, ya tenemos los conceptos, llega la noche, un sueño y…

Siegel: Me desperté sabiendo que tenía una gran historia entre manos y fui corriendo a casa de Joe…

Shuster (interrumpe): Yo no estaba en casa y ésta es una parte de la historia que pocos conocen.

Siegel (sigue): Joe no estaba en casa y entonces fui a verlo a Mel Graff, que me dijo que “correspondía que esperara al día siguiente y fuera a verlo a Joe a su casa, y que trabajara con él porque la idea había sido nuestra y nosotros teníamos que trabajarla”. Dicho esto, tomó lápiz y papel y bocetó unas ideas mías para fijarlas y que no se perdieran en mi mente.

Shuster: Yo utilicé esos bocetos para lo que sería el primer dibujo de Superman.

Siegel: En principio, Superman vestía ropas de calle. Recién más tarde le agregaríamos el uniforme para diferenciarlo del resto.

Shuster: Estábamos eufóricos. Realizamos 150 tiras para la prensa en tiempo record.

Siegel: Pero nadie las aceptó. “Muy lindo, pero esto no vende” nos dijeron. Entonces los guardamos y decidimos esperar. Shuster: Cada tanto las retocábamos y otra vez salíamos a golpear puertas. Pero siempre nos decían que no.

Siegel: Es curioso, pero logramos que National (hay DC Comics) publicara varias series nuestras, por lo general policiales, pero no Superman.

Shuster: Hasta 1938.

Siegel: Eso es historia conocida. Necesitaban una historieta para Action Comics y nos compraron los derechos y todas las tiras por 130 dólares.


Estamos en 1938, Action Comics Nº 1 está en la calle y Superman es un éxito. ¿Qué pasó desde ese momento hasta sus retiros de National?

Siegel: Desde el momento en que firmamos, todo ese trabajo dejó de pertenecernos. Es cierto que la historia de Superman tenía todavía muchos huecos blancos, pero nosotros ya no podíamos llenarlos como queríamos. El editor era quien nos decía qué teníamos que hacer y cómo llevarlo a cabo. Superman dejó de ser un producto intelectual y devino un instrumento comercial. La radio y el cine ayudaron mucho también. “A la gente le gusta que Superman vuele, pues háganlo volar que eso vende más. Cuanto más poderoso es Superman más le gusta a la gente, pues háganlo indestructible que eso vende más. Superman es un éxito, entonces una sola revista no alcanza, saquen otra, invéntenle un pasado, un futuro, inventen toda una superfamilia. Vendan”.

Shuster: El afán de ganar dinero de los editores complicó y estropeó el desarrollo lógico que nosotros teníamos pensado para Superman.

Siegel: Cuando se declaró la guerra, el ejército pidió a la editorial llevar a Superman al frente porque eso levantaba la moral de los soldados. Por supuesto, no podíamos mostrar muertes de soldados (norte)americanos o cómo pasaban sus días en las trincheras. Una caricatura de Hitler, un cañón nazi destrozado por la visión de calor y las ventas subían, el ejército estaba contento, la población no se enteraba de nada, los soldados seguían muriendo y en los Estados Unidos todo estaba bien.


Shuster: Cuando terminó la guerra, los EE.UU. eran los héroes del mundo y Superman el prototipo norteamericano. Dos personas solas no bastaban para hacer las aventuras del personaje y progresivamente nos reemplazaron.

Siegel: Primero agregaron más gente al staff de realizadores y luego prescindieron de nosotros.


¿Y de ahí en más? 

Siegel: De ahí en más nada. Si te he visto no me acuerdo. Nadie nos daba trabajo y poco a poco nos fuimos abriendo del mundo historietístico.

Shuster: Teníamos que comer, una familia para mantener y todo eso pesa. Te hace dejar tus sueños a un lado y te hace ver la realidad tal cual es. Te hace crecer.

Siegel: Recién en 1978 se acordaron de nosotros. No porque reconocieran nuestro trabajo sino porque ese hecho manchaba la producción de la película.

Shuster: Y entonces decidieron darnos 12 mil dólares anuales para que la gente no se enterara de las condiciones en que estábamos.

Siegel: “Ayude a estos dos pobres viejitos que un día de 1938 inventaron a Superman. Vaya al cine, reconozca que el personaje es una creación intelectual especial y, sobre todo, deje en la boletería el dinero de la entrada”. Es y fue todo una máscara para ganar plata.

Shuster: Viejo y ciego no puedo darme el lujo de rechazar 12 mil dólares.

Siegel: El dinero mueve al mundo y para una mente capitalista, el ideal es el dinero, y todo editor es un capitalista.


Puedes ver la entrevista completa aquí:
http://labitacorademaneco.blogspot.com/2013/06/las-grandes-entrevistas-de-sonaste.html

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