La lectura de la obra de César Vallejo desde
otros lenguajes artísticos posibilita el enriquecimiento de su interpretación y
la aproximación de esta a otro tipo de lectores. Percatarnos de la conciencia
trágica de la vida, hilo conductor en Los Heraldos Negros, desde diferentes
mediaciones de interpretación narrativa nos coloca frente a una incontable
cantidad de preguntas sobre nuestra humanidad
y las maneras de abordar el sentido de la misma.
La selección de poemas adaptados en esta muestra
corresponde a los tópicos Dios, infancia y mujer que son los representativos del poemario Los
Heraldos Negros. Los relatos han sido reconstruidos gráficamente a partir de la
identificación de los intérpretes con
los poemas; en unos casos trasladándolos a otros contextos, en otros
identificando a Vallejo como protagonista y en otros haciendo del símbolo social la
mejor manera de visualizar el verso. Tenemos finalmente obras propias que
revitalizan la obra intimista y universal de César Vallejo
Carlo Gonzales Ocampo
“Vallejito”, viñeta inspirada en el más
revolucionario de los poetas en lengua española del siglo XX, supone un
extraordinario viraje hacia el lado más puro e inocente de Carlos Lavida como
artista. Con citas ilustradas de los versos más populares de nuestro vate
santiaguino, como en Los Heraldos Negros (1918): "Hay golpes en la vida,
tan fuertes. . ." o de España, aparta de mí este cáliz (1939): "No
mueras, te amo tanto". Lavida refresca con fino humor una gran obra
poética que gracias a poco ilustrados preceptores de educación básica parecía
haber perdido su dimensión innovadora.
Si se busca una explicación más certera, el pequeño
Vallejito vendría a ser una versión del poeta cual si fueran los clásicos
cartoons, ya que nuestro vate universal en miniatura cuenta con amigos como los
pequeños Eielson, Cortázar, Scorza, Borges y Martín Adán, ilustrados de manera
que podrían ser incluidos fácilmente en cualquier plan lector de primaria que
busque estimular la lectura de los grandes de las letras latinoamericanas.
Con esta obra solo se demuestra sin tantas tesis
o palabrería cuán actual y presente se encuentra la obra César Vallejo en este
siglo de incertidumbre artística.
Gonzalo del Rosario
DIOS
(Jheyo Venero)
EL PAN NUESTRO
(David Quezada)
AMOR
(Daniel Oblitas)
A MI HERMANO MIGUEL
(Óscar Alarcón)
LOS PASOS LEJANOS
(Jesús Yaipén)
LOS HERALDOS NEGROS
(Erly Almanza)
IDILIO MUERTO
(Carlos Ulloa)
LOS DADOS ETERNOS
(Milagros Ghiglino)
AGAPE
(Gabriela Elías)
(Fernando Laguna)
César Vallejo afirmaba que
sus versos, más que palabras, eran experiencias, condición que, de uno u otro
modo, nubla un tanto la comprensión de su poesía en toda su integridad. ¿Qué
quiero decir con esto? Que muchas imágenes o expresiones alegóricas resultan
incomprensibles para quienes no han vivido o no se han encontrado con
situaciones semejantes a las que motivaron ciertos versos del poeta. Además, se
suma a ello la expresión lingüística de su creación, en gran parte fiel,
fidedigna, a su expresión ancestral, local, familiar, al lenguaje materno. Este
aspecto de su poesía le da, sin embargo, la atmósfera más lograda de
autenticidad, de verdad estética”.
(El placer de leer a Vallejo en zapatillas, 2009)
1 comentario:
chevere!
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