0. Introducción
Eslovenia, país poco conocido. |
La República de Eslovenia se independizó de la antigua República Socialista Federativa de Yugoslavia (RFSY) en 1991. El país limita con Italia, Croacia, Austria, Hungría y con el mar Adriático. El país, cuya capital es Ljubljana (Liubliana, en español), tiene unos dos millones de habitantes. Superficie del país: 20.253 km²; para hacernos una idea, poco menos que la Comunidad Valenciana (23.255 km²). Eslovenia también recibe el nombre de "pulmón verde de Europa central". La República de Eslovenia pertenece a la Unión Europea desde 2004. En su refranero, los eslovenos tienen una expresión muy curiosa para indicar que algo es lejano, desconocido o extraño: "Esto es un pueblo español" ("To je zame španska vas", en esloveno), cuyo equivalente sería nuestro "Esto es chino para mí". El presente trabajo pretende que el cómic esloveno contemporáneo no sea ni "chino" ni "español", sino simplemente "esloveno". Se lo merece...
1. Primera etapa
El libro de Iztok Sitar. |
Milko Bambic (1905-1991), hombre que nació y murió en Trieste (Italia), se considera el fundador del cómic esloveno. Recordando un poco de historia: Trieste -puerto estratégico del imperio austrohúngaro- albergaba a principios del siglo XX un alto porcentaje de ciudadanos eslovenos (la cuarta parte de la población) y la ciudad formaba parte de "Eslovenia" hasta la caída del imperio austrohúngaro en el año 1918. A Bambic -inspirado por la vanguardia italiana de Luigi Spazzapan (1889-1958)- se le conoce sobre todo por sus historietas de corte político y satírico, para la revista Našem glas (Nuestra voz), en 1927, con el personaje de Zamorek Bu-ci-bu, de 1927 (Bu-ci-Bu, el suicida), sobre un rey arrogante y déspota proclive al suicidio. El gobierno italiano fascista del momento, conocido por su carácter paranoico y desconfiado, pensaba que se trababa de una parodia de Benito Mussolini, Il Duce, y prohibió la obra de Bambic.
A la izquierda, Milko Bambic, autorretrato. A la derecha, una de sus clásicas tiras de historieta. |
El dibujante Hinka Smrekar (1883-1942), una de las muchas víctimas del régimen fascista, también ha sido reconocido como uno de los iniciadores del cómic esloveno. Aparte de su trabajo político y social, siempre crítico contra el gobierno, en revistas y periódicos comprometidos de la época, también hacía ilustración. Sus trabajos de dibujo de la famosa leyenda eslovena, sobre el contrabandista de sal Martín Krpan, del autor Fran Levstik (1831-1887), son un punto de referencia entre críticos y artistas aún hoy.
Miki Muster. |
Dentro del panorama esloveno, Dušan Brešan (1923) es un caso excepcional por el mero hecho de haber publicado con seudónimos la mayor parte de su obra en el extranjero. Bajo el nombre Andreo Bresciani creó personajes como Poldo, Seattla, Tony, Falco y Geky Dor después de la II Guerra Mundial. En los años cincuenta se marchó a Australia y allí, como Andrew, trabajó como ilustrador para la editorial Atlas Publication. Con el profesor de física de la Universidad de Sidney, Stuart Butler, y el guionista y cineasta Robert Raymond hizo una tira para un periódico titulada Frontiers of Science en la que, a partir de 1961, explicaba de forma sencilla y divertida varios temas científicos ("¿Hay vida en Marte?", "La teoría de la Relatividad", "Radiación"...). En los años setenta trabajó en España para la editorial Bruguera. Más tarde, como Dušan alias Andreo alias Andrew trabajó para los estudios de Hanna-Barbera e hizo adaptaciones de cómics de Flash Gordon, Mandrake the Magician, The Fanthom o héroes literarios tipo Robin Hood.
Una tira de "Frontiers of Science", obra de Raymond, Butler y Brešan. |
Otra figura clave de la época fue Bozo Kos (1931-2009) -físico, dibujante y editor- con su obra Kavboj Pipec in Rdeca pesa (El vaquero Pipec y el golfillo rojo), un trabajo divertido para un público joven sobre las aventuras de dos niños traviesos (piensen en las aventuras de Zipi y Zape del historietista español José Escobar) sumergidos en su propio mundo de fantasía. En mi opinión, los personajes de Kos también tienen además un parecido con los polacos Bolek y Lolek de la famosa serie de animación.
De la llamada "Generación Pionera", término acuñado por Iztok Sitar, el hombre más importante e influyente fue por supuesto Miki Muster (1925) que no sólo era dibujante, también escultor, director de cine y nadador profesional. Varias generaciones de niños eslovenos crecieron con las aventuras del zorro Zvitorepec: Las aventuras de Zvitorepec, Trdonja y Lakotnik. Se trataba de las aventuras de un zorro (Zvitorepec), una tortuga (Trdonja) y un lobo (Lakotnik). La serie apareció entre 1952 y 1973 en el semanario Tedenska Tribuna (Tribuna semanal) y luego en forma de libro. Sin duda Miki Muster es un orgullo nacional, comparable con Maarten Toonder (1912-2005) en Holanda, Hergé (1907-1983) en Bélgica, Albert Uderzo (1927) en Francia o Francisco Ibáñez (1936) en España.
Para la edición eslovena de la revista Playboy, Miki Muster, en 2006, dio una entrevista y habló, entre otras cosas, sobre el (sin)sentido de los tebeos:
En la Secundaria sólo teníamos a nuestra disposición cómics de Croacia y Serbia. Eran muy queridos. Recuerdo que de niño tenía que esperar horas y horas en la cola delante del quiosco para poder comprarme un ejemplar. Estaban escritos en cirílico pero eso, para nosotros, lectores ávidos de tebeos, ¡no era ningún problema! Merecía la pena aprender cirílico para leer. Por eso creo que el cómic es un medio estupendo para aprender a leer.
Los clásicos "disneyanos" eslovenos: el zorro Zvitorepec y la tortuga Trdonja. |
El cómic italiano también era muy leído en Eslovenia: Alan Ford, Patrick Wilding alias Zagor y Tex Willer... De hecho, hoy todavía se pueden comprar estas obras en los quioscos eslovenos.
A mediados de los años cincuenta del siglo XX, el régimen socialista del mariscal Josip Broz Tito (1892-1980) -jefe de Estado de la llamada Federación Socialista de Yugoslavia desde finales de la II Guerra Mundial hasta su fallecimiento a los 87 años- intentó prohibir la obra de Miki Muster porque según las autoridades "no tenía suficiente contenido socialista". Los lectores protestaron y Zvitorepec y compañía fueron rehabilitados enseguida. El destino siempre es caprichoso: así como todos los grandes héroes del cómic, Zvitorepec nació por casualidad. Cuentan que la revista para la cual trabajaba Miki Muster había adquirido un cómic de la factoría Walt Disney, pero la obra de Disney tardaba en llegar. Por lo visto se había "perdido" por el camino o estaba "retenido" en la frontera. La revista tenía que salir y no había tira. Reinaba el pánico. La redacción entonces le pidió a Miki Muster: "Invéntate un cómic parecido al de Walt Disney". Una leyenda había nacido.
Leer el artículo completo en: http://www.tebeosfera.com/documentos/textos/panoramica_del_comic_esloveno.html
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