sábado, 11 de diciembre de 2010

CUSCO: CHILLICO 30




César Aguilar Peña, director de la revista Chillico





IDIOTERIAL


Sutilmente, un amigo nos hizo una crítica calificando de grotesco nuestro trabajo. Cuando la revista celebró sus bodas de lata (15 años) invitamos a personajes relacionados al humor gráfico e historietas para que nos dieran su apreciación sobre lo que habíamos trabajado durante estos años. Nuestro amigo Juan Acevedo, más conocido como el “Cuy”, coincidió con esa crítica calificando a Ch´illico como grotesco y que en ocasiones, nos gana el grito antes que la risa, entre otras apreciaciones interesantes, por las que, quedamos muy agradecidos y les decimos que de ninguna manera nos incomoda, al contrario nos da pie para reflexionar con nuestros lectores.

Lo grotesco es parte del humor y hermano de la sátira, la ironía, la parodia, el sarcasmo, con la característica de que



“lo grotesco “es lo que se mete más profundamente en el alma humana, en el alma de la sociedad, porque es la que tiene la mirada mas descarnada de la realidad… Se conoce como la más descarada, más irreverente, a veces rayando con la mala educación, tiene una genialidad ofensiva” (Osvaldo Macedo de Sousa, Revista de información y humor gráfico de la Fundación General de la Universidad de Alcalá – Quevedos – No 26).

Quienes trabajamos la revista (artistas plásticos, poetas, historiadores, antropólogos y otros amigos que contribuyen en este proyecto) provenimos de una cultura andina milenaria que durante cientos de años esta sometida, aplastada, explotada, marginada, pero que resiste y en estas condiciones subalternas de convivencia, continúa viva frente a los criollos que se apropiaron del Estado y que actualmente engordan de esa mamadera. El Perú es pluricultural, multilingüe, multiétnico; pero cuando esa divesidad reclama sus derechos, frente a la agresión e intentos de desaparecerla por parte del capitalismo a través de los gobiernos de turno, nos califican de salvajes, que estamos llenos de odio, o como el mismo Alan García cuando dice que somos ciudadanos de segunda clase. Entonces, frente a una situación como esta, ¿cómo hacer un humor de crítica conservadora? ¿Con una moral rígida, sin provocar indignación? ¿hacer un trabajo ambiguo? ¿Complaciente? ¿Adulón?. Creemos que no, por eso, es que a veces, nos gana el grito y con mucha razón, porque el humor tiene el poder de oponerse y ayudarnos a ser más resistentes ante los males y abusos que aquejan a nuestra sociedad.



El Director



Pag. 2 de la historieta La Mina, de Jaime Araoz Chacón
Historietista autor: Jaime Araoz Chacón