CÓMIC ALEMÁN. Encuentro con Georg Barber
“El cómic ha perdido su interés”
EL HISTORIETISTA ALEMÁN FUE EL ÚLTIMO PARTICIPANTE DEL FESTIVAL MUNDO VIÑETA. LA SUYA FUE LA PROPUESTA MENOS CONVENCIONAL
Por: Enrique Planas
Domingo 31 de Octubre del 2010
“El cómic ha perdido su interés”
EL HISTORIETISTA ALEMÁN FUE EL ÚLTIMO PARTICIPANTE DEL FESTIVAL MUNDO VIÑETA. LA SUYA FUE LA PROPUESTA MENOS CONVENCIONAL
Por: Enrique Planas
Domingo 31 de Octubre del 2010
Georg Barber, conocido en Europa como Atak, representa a una nueva generación de artistas alemanes dedicados a la historieta, la ilustración y la pintura que han optado por borrar los límites entre estos tres géneros. Las historias que él cuenta son una mezcla de modernos cuentos de hadas con historias de la vida cotidiana, y nos sorprende por su capacidad para explorar en la fantasía y misterio de ambos mundos.
Atak, en Lima gracias a las gestiones del Instituto Goethe, fue sin duda el artista más conceptual de los historietistas convocados en Lima por el Festival Mundo Viñeta, ciclo de conferencias y exposiciones organizado en diferentes centros culturales de la ciudad, concluido el pasado viernes. Por eso sus palabras resultan especialmente interesantes para comprender el derrotero de la historieta más contemporánea: “A mí simpre me interesó el medio cómic y las posibilidades de lo que se puede hacer con él”, dice. “La posibilidad de contar historias sin hacer tanto laberinto, solo con un papel y un lápiz para crear un mundo. Las posibilidades del medio aún no se han acabado”.
“Antes –recuerda–, en Alemana el cómic no era considerado un arte. Artista era Goethe, y los cómics eran cosa de niños. Para mí, ambos están al mismo nivel. Obras como “Maus” de Art Spiegelman, o “Persépolis” de Marjane Satrapi son muy exitosas novelas gráficas, leídas por mucha gente que antes no gustaba del cómic. En los ultimos 10 años, el panorama ha cambiado completamente.
Curiosamente este reposicionamiento del cómic en la industria cultural le ha quitado –según piensa el historietista– parte de su audacia. “Para mí, el cómic ha perdido su interés. Cuando no se le daba valor, cuando no era observado, era mucho más interesante. Había mucha más libertad. A mí siempre me ha gustado que el cómic tenga also sucio, prohibido”.
Nacido en la antes RDA, Atak aprendió a dibujar teniendo por modelo las historietas de Ásterix. Entonces pensaba que los cómics debían ser, esencialmente, graciosos. Sin embargo, cuando cayó el Muro de Berlín y pude dedicarme a los cómics profesionalmente, descubrí el cómic como un campo de experimentación, entendí que el humor no es la única posibilidad del género. Así como hay películas cómicas y otras dramáticas, yo podía hacer una historieta melancólica”, dice.
¿Y cuáles son las actuales experimentaciones del artista? Para Atak, la búsqueda tiene que ver con la relacion entre texto e imagen. “Creo que el problema actual del cómic es que tiene demasiadas reglas, como si estuvieras en una cárcel. Para mí, el cómic debe ser como el hip hop: cojo lo que me interesa del manga japonés o de la historieta de superhéroes estadounidense y lo plasmo en mi trabajo. Es como samplear música”, añade.
Atak, en Lima gracias a las gestiones del Instituto Goethe, fue sin duda el artista más conceptual de los historietistas convocados en Lima por el Festival Mundo Viñeta, ciclo de conferencias y exposiciones organizado en diferentes centros culturales de la ciudad, concluido el pasado viernes. Por eso sus palabras resultan especialmente interesantes para comprender el derrotero de la historieta más contemporánea: “A mí simpre me interesó el medio cómic y las posibilidades de lo que se puede hacer con él”, dice. “La posibilidad de contar historias sin hacer tanto laberinto, solo con un papel y un lápiz para crear un mundo. Las posibilidades del medio aún no se han acabado”.
“Antes –recuerda–, en Alemana el cómic no era considerado un arte. Artista era Goethe, y los cómics eran cosa de niños. Para mí, ambos están al mismo nivel. Obras como “Maus” de Art Spiegelman, o “Persépolis” de Marjane Satrapi son muy exitosas novelas gráficas, leídas por mucha gente que antes no gustaba del cómic. En los ultimos 10 años, el panorama ha cambiado completamente.
Curiosamente este reposicionamiento del cómic en la industria cultural le ha quitado –según piensa el historietista– parte de su audacia. “Para mí, el cómic ha perdido su interés. Cuando no se le daba valor, cuando no era observado, era mucho más interesante. Había mucha más libertad. A mí siempre me ha gustado que el cómic tenga also sucio, prohibido”.
Nacido en la antes RDA, Atak aprendió a dibujar teniendo por modelo las historietas de Ásterix. Entonces pensaba que los cómics debían ser, esencialmente, graciosos. Sin embargo, cuando cayó el Muro de Berlín y pude dedicarme a los cómics profesionalmente, descubrí el cómic como un campo de experimentación, entendí que el humor no es la única posibilidad del género. Así como hay películas cómicas y otras dramáticas, yo podía hacer una historieta melancólica”, dice.
¿Y cuáles son las actuales experimentaciones del artista? Para Atak, la búsqueda tiene que ver con la relacion entre texto e imagen. “Creo que el problema actual del cómic es que tiene demasiadas reglas, como si estuvieras en una cárcel. Para mí, el cómic debe ser como el hip hop: cojo lo que me interesa del manga japonés o de la historieta de superhéroes estadounidense y lo plasmo en mi trabajo. Es como samplear música”, añade.