martes, 12 de octubre de 2010

CARBONCITO EN CUADRITOS, PERIODISMO DE HISTORIETA (ARGENTINA)



CARBONCITOS PARA CALENTAR EL CÓMIC EN EL PERÚ
Octubre 10, 2010- Entrevista realizada por Andrés Valenzuela
http://networkedblogs.com/8WjOy

Los hermanos Gonzales llegan a Buenos Aires con la agenda y la mochila cargada. Pero la ciudad los lleva de aquí para allá y para cuando quieren acordarse ya sumaron a su calendario nuevos eventos que los tienen como protagonistas. Renso y Amadeo Gonzales son historietistas peruanos, co editores de la revista Carboncito, referente ineludible de la escena under limeña con más de una década de trayectoria. Durante la Gran semana suelta de viñetas, que culminó hace apenas una semana, los jóvenes expusieron en Musseta Café y dieron el presente en casi todos los hitos del cronograma del festival.



“Estos encuentros nos resultan muy valiosos porque son un auténtico intercambio cultural”, asegura Amadeo, “nosotros traemos una revista de Perú, pero vemos trabajos de Argentina, Colombia, Bolivia, y luego esa gente se incorpora a la revista. Venir aquí se convierte en un tema de integración, pues tenemos un lenguaje en común”. Renso señala que también conocieron artistas de Chile y España, y que pudieron reencontrarse con Felipe Hernández Cava, a quien vieron “hace 10 años en el Centro Cultural de España, en Lima, con la gente de Lápiz Japonés: Elenio Pico, (Sergio) Langer y otros”.



La escena del cómic peruano, cuentan, es más bien un páramo. Hay revistas de superhéroes (editadas desde hace un par de años por un diario de buena tirada), pero muy poco espacio dedicado a los autores del país. “Las publicaciones no son tan periódicas”, explica Renso. “No hay salida constante de nuestros materiales y tampoco secuencia histórica”, señala el hecho de que no exista una tradición que se reconozca en títulos de larga data. Lo que sí abundan son los artistas huérfanos de papel. “De repente te encuentras con que ahora en Carboncito participan dibujantes de la generación de los ’50, de los ’80 y de los ’90, que no encuentran espacio en otro lado, porque las publicaciones lanzan uno o dos números y ya, cierran”.

Aunque reconocer la tradición está muy bien, para Amadeo es igualmente importante prestar atención a los más jóvenes. “Seguimos tratando de sacar la revista porque ayuda a la difusión de nuevos talentos de Lima y también de las provincias del Perú”, dice, y comenta que por ese mismo motivo realizan talleres de historieta para niños en los que además de dibujo se les enseña a hacer un fanzine. “Queremos que vean las posibilidades de la autoedición, porque cuando hablamos con autores de historieta, la mayoría está esperando que algún editor se fije en ellos para poder publicar su libro”, justifica. “Ni siquiera tiene que ser una publicación de cómics”, reflexiona, “sino de cualquier tema, que puedan expresarse”.


- ¿Y qué tal la escena de festivales en Lima?



A: Tampoco hay muchos eventos. Se ha creado un Día de la Historieta, que es el 12 de septiembre, pero allí invitan artistas que son nuestros maestros y a quienes admiramos, pero son siempre los mismos: los señores de los ’50, ’60 y 70s. Nunca vemos un nuevo talento, una nueva publicación. Se los presenta sólo a manera de homenaje, como algo pasado, algo que ya es un recuerdo.



R: Además se trata de actividades hechas por aficionados y seguidores. Que están bien en sí, pero son básicamente una reivindicación de esos dibujantes, sin buscar traer nada nuevo.



- La escena peruana no parece muy gentil con quienes recién comienzan, ¿cómo llegaron ustedes a ella?



R: Empezamos a coleccionar cómics que nos traía un primo y nos impulsó a dedicarnos a ello el conocer nuevos estilos, a mediados de los ’90, que es cuando hacemos nuestras primeras historietas.


A: Claro, nosotros hacemos nuestros primeros dibujos de niños y en el colegio, influidos un poco porque teníamos la televisión malograda y no veíamos muchos dibujos animados. Entonces dibujábamos. Inventábamos nuestros propios programas de televisión, pero en los cuadernos. Nuestro padre nos compraba revistas como Batman o Superman, cosa que nos influyó más en la lectura que en el dibujo. Luego ya poco a poco fuimos teniendo esas ganas de coleccionar revistas y cómics. Ya en la adolescencia tuvimos oportunidad de ir a unos conciertos de rock que se realizaron en Lima y ahí conocimos todo lo que es el underground: poesía, cómic, música, cine, y de esa manera nos quedó como una base para proyectar lo que queríamos hacer con nuestros dibujos.


- ¿Cómo surge Carboncito, pues?



A: Nosotros teníamos intención de publicar en revistas, mandábamos muestras y no nos publicaban, quizás por ser muy amateurs. También participamos en concursos de historieta, que hubo una temporada de muchos concursos en los ’90, y tampoco ganamos ni la mención honrosa. Entonces pensamos en hacer la publicación nosotros mismos. Si teníamos todo el material. No manejábamos recursos de computación ni nada, así que el primer número salió todo a mano, como un collage pegado y fotocopiado, de cuatro páginas. La segunda edición ya teníamos un amigo que nos acompañaba, y en el tercero otros dos. Poco a poco fue creciendo y ya en el quinto número ya teníamos como diez invitados y dimos el paso a la imprenta. Eso hizo que despegue también la revista en calidad y trabajo. Y el que nos acompañaran muchos artistas que nosotros admirábamos hizo que pusiéramos más énfasis en cuanto a lo que queríamos hacer en la calidad de nuestros trabajos y nuestra revista.


R: Nos generamos un espacio para poder decir, para poder contar nuestras historias e invitar a la gente a mostrar su trabajo. Conseguimos una acogida rápida. Y luego nos fuimos desarollando. Diez años después del primer número, Amadeo se ha dedicado más a las historietas digitales y hechas a mano, algunas autobiográficas o de humor. Yo más me he dedicado a la ilustración. Pero también es parte de nuestro trabajo. Ahorita yo me dedico más a hacer ilustración y él al arte gráfico o diseño.


- Pero si no hay una auténtica escena de la historieta en Lima, cómo circula la revista?



R: Desde un comienzo la difundimos en conciertos de rock o ferias artesanales, quizás por eso a los eventos de Carboncito no van tanto historietistas, sino otro tipo de gente.



A: Le llega a artistas en general, músicos, diseñadores, ilustradores, sociólogos, hasta arquitectos. Eso es lo bueno, porque es gente que quizás siempre han querido dibujar, o la revista es algo que siempre quisieron sacar. Tenemos ahora una gran variedad de público, y es por eso que en la revista se puede encontrar una gran variedad de temáticas.



- Entonces, ¿qué hace en Perú un historietista que no puede vivir de la historieta?


A: Nosotros hemos partido del producto final, la historieta, a desglosarnos y aplicar lo básico y esencial en otros trabajos, como una viñeta y utilizarla como ilustración o cuadro serigrafiado. Hemos partido de la historieta ambos pero hemos ido para diferentes lados. Renso utiliza más la tinta china en sus ilustraciones, y hice un curso corto de computación, aprendí herramientas de diseño y lo primero que hice fue crear personajes ya vectorizados, y luego buscar una manera de presentarlos, y recurrí a la serigrafía. Entonces además de la publicación a veces realizamos exposiciones, yo hago cuadros en serigrafía que he tenido suerte y se han expuesto en muestras en Lima, e incluso una en Montreal. En otros casos puede suceder al revés, que uno primero estudie dibujo, o diseño, y luego termine haciendo historieta. Nosotros hemos empezado al revés.