VALLEJITO DETRÁS DE VALLEJO
(Por: Carlo Gonzales Ocampo)
Tomarse la obra de Vallejo sin esa carga depresiva tan dramática con que
se nos presenta al poeta en las aulas
escolares, ha sido un reiterado intento por tratar de hacerlo más próximo al
lector presentándole otras dimensiones de su humanidad. El escritor Jorge Díaz
Herrera propone una nueva lectura de la obra de Vallejo a partir de la
afirmación “sus versos más que palabras
eran experiencias” (“El placer de leer a Vallejo en zapatillas”, 2009) con lo
cual explica el hallazgo del sentido del
humor en sus versos a partir de la
connotación propia del uso idiomático local y familiar del poeta. Esta nueva
dimensión del humor vallejiano se suma a
la ya conocida en la comedia
teatral de su autoría “Colacho Hermanos” (1934); de la cual nos queda claro una
punto de vista del poeta: tomarnos el pelo nos aproxima.
Los primeros dibujos de un Vallejo niño los encontramos por apariciones
fugaces en las recreaciones de su vida
en historieta que se hicieron destinadas
a un lector escolar. Aparece brevemente en la solemne historieta biográfica
poetizada: “El cholo Vallejo” (dirección de
Carlos y Odar Roncal, 1989). Años más tarde y con la misma brevedad de
aparición, el poeta es un personaje de historieta del primer volumen de un plan
lector con pretensiones lúdicas: “Vallejo antes de los quince” (dirección de
Gladys Flores, 2006).
Realizar caracterizaciones infantiles, en humor gráfico, de
trascendentales personajes nacionales, resulta ser un acierto contemporáneo en
diferentes países. “Los
Patriopibes”, magníficas tiras de
historieta de El Tomi (Tomás Juan D'Espósito Müller) se
empezaron a publicar el 2011, en el diario digital de la Agencia de Noticias
Telam de Argentina;
es en este trabajo que aparece un personaje
de mucha solvencia: Borgesito. Los
tiempos actuales de los nativos
digitales, son los tiempos de una generación predispuesta al replanteamiento de
la lectura de los textos; sintonizar con la visión infantil de un personaje nos
permite encontrarnos con una visión interpretativa enriquecedora.
Los bosquejos de lo que sería Vallejito los encontramos por primera vez
en las publicaciones de Carlos Lavida el 2009 para el blog literario Cadáver
Exquisito; fueron 9 entregas semanales que dieron paso a un periodo de
redefinición de la obra. Las primeras páginas de la producción actual de Lavida fueron presentadas, bajo el título
“Vallejito Versos y Humor”, como un espacio de exposición individual de la
muestra de historieta “Los Heraldos Negros” en el II Encuentro de Historieta en
Trujillo (2013) organizado por Nagra Sociedad de la Historieta y La Mancha Cómic.
Esta puesta fue bien recibida por la gran mayoría de visitantes, quienes se
enternecían mientras dibujaban un sonrisa inocente en sus rostros; no faltaron
los fieles al estigma trágico vallejiano, quienes negaron la propuesta casi
persignándose como quien contempla un hecho contra natural.
Ediciones Altazor inicia la Colección Artimañas dedicada al libro de cartoon
con la obra del importante historietista y humorista gráfico Carlos Lavida o
Carlos Dávila Quintanilla (Lima, 1983). Lavida desarrolla un humor bastante
versátil consiguiendo darle un giro más de tuerca a situaciones trajinadas.
Desde su primera publicación de humor gráfico, el fanzine autogestionado “Yo soy 2 cañones” (2009); este autor dejaba
ver claramente su capacidad de orquestar ideas en torno a un tema, las cuales
se desenvuelven en una estructura narrativa que se capitula imagen tras imagen.
Lavida construye a Vallejito otorgándole expresiones sacadas de la
literalidad, en sentido infantil, de los versos de Vallejo; ingenioso ejercicio
que confirma la importancia de la contextualización de los versos para su
interpretación. Se vale de la polisemia que encuentra en algunas expresiones,
de su proximidad paronímica con otras, de su redefinición a partir de un giro
en su contexto natural y de la acepción social simbólica que tienen. Las
imágenes que Lavida construye a partir de los versos intervenidos de Vallejo
finalmente enriquecen la lectura de este con humor fino.
En su camino Vallejito se encuentra con colegas suyos, pero no se encuentra
específicamente con ellos sino con la identificación que tenemos de ellos. Este
ejercicio de sinécdoques nos presenta simpáticas lecturas donde el cruce de
personajes es en realidad un cruce de contextos que propicia la formación de un
universo contextual mayor. Tenemos finalmente otra visión simbólica de la
universalidad del poeta cuando vemos a Vallejito caracterizando a los cuatro
Beatles en una imaginaria de portada del álbum discográfico “Los Tungstenos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario