Besbel, editado por La Mancha Editores en Trujillo
¿HABÍA
UNA VEZ?
Es muy difícil escudriñar en el pensamiento y
en el sentimiento cabal de nuestros
ancestros. Es verdad que le hicieron menos daño al planeta; pero también es
verdad que tuvieron menos medios para hacerlo. Su sincero amor por el entorno
es probable que solo haya estado en
algunos tipos extraordinarios, como
el personaje principal de esta
historieta: Besbel. Tampoco pudieron dimensionar su daño a un mundo al
cual no terminaban de conocer.
Siendo así, la historia de la humanidad es una
historia de destrucción paulatina; y la conciencia plena de esta atrocidad en
nuestros tiempos no solo es tardía, sino vergonzosa en nuestra condición de
especie. El discurso gráfico de la historieta Besbel plantea los límites de las
posibilidades de acción frente a esta tragedia desde el interior de uno mismo.
Hay en el discurso un encantamiento propio de los
grandes propósitos sociales; el cual se
ve fuertemente golpeado por la miseria del despropósito humano. La extinción de
la naturaleza y la intrascendencia de todo lo creado, definen el sinsabor de la
búsqueda de Besbel; el mundo le resulta inhabitable, y en su entorno inmediato
encontrará las razones que necesita para creer o dejar de creer.
La riqueza de esta disertación se construye por
la narrativa de relaciones
interpersonales. Besbel y Alons trazan la frontera entre dos mundos que
resultan siendo el mismo, solo que contemplado desde diferentes puntos de vista.
Pasar por momentos de un mundo al otro, por la invitación implícita que hace
alguno de ellos, les permite entender mejor el mundo desde el cual han partido.
La comunicación dialógica de estas existencias y visiones enfrentadas,
propiciará importantes vínculos
conceptuales entre trivialidad y trascendencia, ficción y realidad, evasión y compromiso; dejando manifiesta la necesidad
que tiene el uno del otro para ser y para entenderse a si mismo.
Frente a las causas perdidas, sobrellevar lo
inevitable resulta ser el desgastador texto
a seguir. El compromiso con uno mismo y el compromiso social adquieren una
dimensión crítica. En este sentido, la reacción de uno de los personajes tiene
algo que necesita la reacción del otro. Besbel es el tenazmente preocupado que
comprende la despreocupación de Alons, como quien comprende la crisis de las
convicciones, el descrédito de la trascendencia del símbolo y la necesidad de la fantasía. Es aquí donde
el sentido del humor adquiere esa vitalidad tan encumbrada.
Imponente es la personalidad gráfica de las
composiciones de Mike construidas en clave de diálogo; sus apacibles diseños de
página tienen el debido arresto de la emoción
reveladora del diálogo, y sobre
todo mudan debidamente de la equivalencia a la ilustración significativa.
Carlo Gonzales Ocampo
Cuadro de los personajes Alons y Besbel
Página 4 de la historieta "La última flor"
El autor: Mike (Miguel Calderón Minchola)
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